La semana pasada, Andrés llegó a clase con su sombrero de apicultor, y nos enseñó un montón de cosas.
Nos llevó un panal. Lo manipulamos, lo olimos, y lo estrujamos tanto, que parecía plastilina.
Nos vino genial, ya que ya estamos evaluando lo que hemos aprendido, y nos sirvió para comprobar que ya sabemos mucho sobre el trabajo del apicultor.
¡Muchas gracias a los papás de Andrés por compartir con nosotros esta actividad tan bonita!
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